Aquí es importante una cosa en particular: elegir los ingredientes adecuados. Esto no significa que satisfagas los gustos de todo el mundo, sino que siempre sepas de dónde proceden tus ingredientes, que tomes productos naturales y, en la medida de lo posible, no procesados. Sin aditivos, sin azúcares y grasas baratas, sin potenciadores del sabor y, sobre todo, sin aromatizantes. Todo esto es exactamente lo que la industria alimentaria consiente en su producción en masa. Sin esta cantidad de helado, al fin y al cabo, de alguna manera no funciona.