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Contribuir a la retroalimentación Qué le gusta a Aina Solorio de Asador Erpidea:
Yo estaba en el gran día de las vacaciones vitoria en agosto, nos conocimos un grupo que vino de la barcelona invitado por algunos de vitoria. Todos nos emocionamos por el lugar y especialmente el trato y la buena comida. especial atención con los niños a los que les dieron unas muletas que nos dijeron que lo hacen en el restaurante y sobre todo para la comida, comenzamos con algunos grandes mejillones de roca en el... Ver todas las opiniones.
Lo que no le gusta a Aina Solorio de Asador Erpidea:
Celebramos el Día de la Madre en el pantano de Ullivarri y sin tener ninguna referencia, nos encontramos con el asador Epidea. La primera sorpresa fue el impresionante y variado bar de pintxos. Luego pasamos al comedor, donde un personal muy amable nos acompañó y nos instalamos con una vista fantástica del embalse. La comida fue especialmente excelente, con besugo y carne a la parrilla acompañados de verduras natural... Ver todas las opiniones.
Me topé con este restaurante por recomendación de algunos conocidos, fue una sorpresa encontrarlo en un lugar paradisíaco al norte, rodeado de agua y maravillosas montañas. El restaurante es un antiguo sazeron cuyo comedor tiene una gran ventana de cristal. Tiene un maravilloso bar con pintxos, muchos de ellos premiados con diferentes galardones. La carta es apta para celíacos y está señalada con todos los alérgenos que tienen. La carta es muy amplia y variada, donde predominan el pescado y la carne a la brasa. Además, tienen bastantes platos de temporada fuera del menú. Las raciones son grandes y son muy recomendadas y explicadas por el equipo de sala. La relación calidad-precio es muy buena. Cuentan con una amplia terraza para tomar un gin-tonic. Sin duda, es un restaurante al que volveré.
Celebramos el Día de la Madre en el pantano de Ullivarri y sin tener ninguna referencia, nos encontramos con el asador Epidea. La primera sorpresa fue el impresionante y variado bar de pintxos. Luego pasamos al comedor, donde un personal muy amable nos acompañó y nos instalamos con una vista fantástica del embalse. La comida fue especialmente excelente, con besugo y carne a la parrilla acompañados de verduras naturales. Todo un logro en tiempos en los que el servicio y, sobre todo, la calidad de los alimentos dejan mucho que desear. Se nota el esfuerzo y las ganas que tienen de satisfacer a la gente. Gracias por todo y esperamos que sigan en esa línea.
He comido con mi pareja en este restaurante que tiene las mejores y más relajantes vistas del pantano, famoso por ganar tantos concursos de pintxos. El camarero que nos ha atendido ha tenido el detalle de colocarnos en una mesa al lado de la ventana y junto al radiador, lo cual ha sido muy agradecido en un día tan frío. Es una lástima que recitaran los platos de una carta con voz alta porque no se entiende bien, no se recuerda cuál era el primero, el segundo la carne, y lo más importante, porque no se conoce el precio. Hubiera sido mejor escribirlos en un papel, ponerles el precio y pegarlos con un clip a la carta, así hubiéramos sabido todo (sugerencia). Al final, nos decidimos por el menú de degustación que ha sido un acierto porque ha sido exquisito, muy bien presentado, sabroso y variado, y hemos quedado muy satisfechos.
Yo estaba en el gran día de las vacaciones vitoria en agosto, nos conocimos un grupo que vino de la barcelona invitado por algunos de vitoria. Todos nos emocionamos por el lugar y especialmente el trato y la buena comida. especial atención con los niños a los que les dieron unas muletas que nos dijeron que lo hacen en el restaurante y sobre todo para la comida, comenzamos con algunos grandes mejillones de roca en el plato, seguido de algunas percebes gallegos que eran como y el final era colosal un gran bajo salvaje en la sartén. postre Todavía estoy saboreando una tortilla caliente con helado de turroón. No sé cuándo podré volver, pero por supuesto te voy a visitar cuando vuelva de vacaciones por Vitoria.
Erpidea ha sido siempre un lugar especial: como un marino tierra adentro. Originalmente lo llevaron los de la propia casa. Era un agradable merendero. Luego entró un grupo entusiasta que elevó mucho el nivel de su cocina. Platos muy delicados aunque abundantes. Desde entonces ha mantenido el nivel. Buen trato. No recomendable para grupos festivos con niños caprichosos.