O Muino De Sabaris - Baiona

Volvimos a cenar después de mucho tiempo. Pedimos zamburiñas y solomillo de buey a la piedra,un postre y dos copas de vino. Hacia tiempo que no comía una carne tan buena,pura mantequilla. La chica que nos atendió nos recomendó cantidades,detalle muy de agradecer. Calidad precio muy buena.

Cenamos de primero pulpo a la brasa buenísimo y chorizo criollo con su salsita picante. Chuletón de vaca vieja y bife de ternera. De postre coulan con helado. El comedor de la parte de arriba tiene las mesas espaciadas, entra mucha luz, es de piedra con tejado de madera, con unas lamparas con luz acogedora, los camareros una maravilla, super amables, nos recomedaron en cuanto a cantidades y punto de la carne. Servicio rápido, fuimos sin reserva y no tuvimos problema. Todo el mundo sabe que en esta zona del Valmiñor el mejor sitio para comer carne es O Muiño de Sabaris! Volveremos, muchas gracias! Ha sido un placer

Comimos aquí como parte de un grupo grande que caminaba por el Camino Portugués. Tuvimos una excelente y muy abundante comida con buen vino. Tuvimos el restaurante para nosotros solos y la única camarera hizo un trabajo fantástico cuidándonos. Definitivamente volvería allí.

Tanto los platos de carne, mariscos y pescado estaban excelentes acompañados de buenos vinos y un ambiente agradable. Especialmente los langostinos crujientes son muy recomendables.

Hoy domingo fui invitado a comer a este restaurante, éramos 4 personas. Al llegar nos encontramos con un lugar muy bonito y precioso. Pedimos carne, parece que este lugar es más de carnes que de pescado. Sin embargo, vi varias cosas que no están a la altura de la belleza del lugar. Los manteles deberían ser de tela en lugar de papel barato, especialmente para un lugar tan bonito y con tanta inversión. Las carnes estaban bien, aunque me di cuenta de un detalle. Cuando te las sirven en una bandeja con brasas debajo, la carne se cuece en lugar de asarse, y no puedes cocinarla a tu gusto. Deberían traer la carne sellada en una bandeja y otra con las brasas. Es una lástima que, a pesar de la belleza del lugar, esos detalles no estén pulidos. Personalmente, no volveré.