Burger Joint - Buenos Aires

De las mejores hamburguesas que he probado en mi vida. Carne jugosa, muchísimo sabor, buenas papas. El lugar es algo oscuro, parece un boliche. El servicio es bastante rápido.

Excelente ambientación, con patio interno y sus paredes repletas de escritos. Muy muy buena cerveza tirada y promo 2x1 de 16 a 20. Las hamburguesas también muy ricas, precio calidad muy recomendable.

Una de las mejores hamburguesas que probé este año! El medallón es grande y todo lo que puede llevar combina en su justa medida. Las hamburguesas incluyen papas fritas verdaderas, nada de congelados! Me pedí la mexicana que pica de verdad En cuanto al lugar tiene espacio adentro y también hay un patio. Se pide en la barra y te llaman.

La comida es rica, el menú tiene pocas opciones pero aún así logra ser variado. Pedí La Bleu y la mezcla de sabores es muy distintiva, carne jugosa, un sabor que querrás repetir. Sin embargo, la porción de la hamburguesa no es contundente, el plato se ve abundante porque en su mayoría son papas fritas (bien ahí si te gustan mucho). No tienen atención a las mesas, es autoservicio, pero los chicos son amables. El ambiente del lugar es lo más llamativo, su musica, irreverencia. Se aprecia mejor si vas de noche. Recomendable

Las hamburguesas y las papas fritas en este lugar son absolutamente fenomenales. Debo decir que son una delicia culinaria que toca todas las notas correctas. Lo que es aún mejor es la selección de tres salsas intrigantes que ofrecen en el mostrador: ¡los invitados pueden servirse a su gusto! Créeme cuando te digo que estas salsas son lo real. Armonizan a la perfección con las hamburguesas, añadiendo una capa extra de sabor que lleva la experiencia a otro nivel. Una salsa para la hamburguesa, otra para las papas fritas. Me encanta jugar con diferentes combinaciones, creando una sinfonía de sabores en cada bocado. Es pura felicidad culinaria. Permíteme describirte el escenario. Este lugar es una réplica perfecta de un adorado local de hamburguesas en el corazón de la ciudad de Nueva York. Las paredes están adornadas con vibrante graffiti, que emana un encanto urbano y áspero que cautiva tus sentidos. Y el personal, bueno, son el epítome de calidez y amabilidad. Sus recomendaciones nunca decepcionan. Siguiendo su consejo, opté por la hamburguesa 420, una elección audaz, de hecho, y también decidí equilibrarla con una hamburguesa vegetariana, un intento débil de ser consciente de la salud en medio de tanta indulgencia. ¿Pero a quién engaño? Por supuesto, devoré ambas hamburguesas, disfrutando cada bocado, especialmente cuando se combinaban con esas increíbles salsas. Pero aquí está lo que distingue a este lugar: una taza llena de una variedad de bolígrafos, que te invitan a dejar tu marca en las paredes del restaurante. Es un detalle encantador que añade un toque de fantasía a la experiencia en general. En palabras del difunto y grandioso artista de graffiti Basquiat, este lugar es genial, amigo. Es un tesoro para los aficionados a las hamburguesas, una peregrinación culinaria que debes emprender si te encuentras cerca. Así que toma mi consejo y embarca en este sabroso viaje, es una experiencia de hamburguesas que vale la pena saborear.