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Contribuir a la retroalimentaciónFue una experiencia deliciosa. En un barrio cada vez mas de moda, es un pequeño lugar con gran calidez y corazon donde la gente entra a dejar su ropa sucia y a recogerla limpia. Ivan, el dueño, recibe a todo el mundo, le ayuda a todos, sirve una pizza en masa delgada deliciosa y si uno tiene guayabo hasta alka seltzer le regala. Recomendadísimo!
La única lavandería en el casco antiguo que lava la ropa tan rápido (algunas horas durante el día o de la tarde a la mañana siguiente si llegas después de las 16:00). ¡Estábamos apurados y las otras lavanderías pedían un mínimo de 2 días! Además, la dueña es muy amable, habla bien inglés y se preocupa mucho por las prendas blancas y de colores que destiñen. ¡Lo recomiendo encarecidamente!
Muy amigable, habla inglés. Lavaron nuestras ocho kilos de ropa sucia en dos horas por 66k pesos (en lavados claro y oscuro, por lo que pagamos más que si los hubieran lavado juntos) y la doblaron y clasificaron hermosamente. No bebíamos cerveza ni comíamos pizzas, pero hubiera sido bueno si hubiéramos estado haciendo autoservicio.
Para mi sorpresa, en realidad hice ejercicio durante mis vacaciones. Pero un buen entrenamiento trae consigo ropa maloliente. Estaba buscando continuar mi racha de salud, pero no quería pagar $4 por un par de leggings o $3 por un sujetador deportivo en mi hotel. Afortunadamente busqué en Google este lugar, y es super conveniente. Hay lavadoras nuevas, los dueños te ayudan a cargar tu ropa interior en el lavado, mientras tomas una cerveza. Llegué un poco tarde (30 minutos antes del cierre) y fueron lo suficientemente amables como para mantenerlo abierto para que pudiera desodorizar mi ropa. ¡También aceptan tarjetas de crédito!
I was very impressed with the attitude and service of the owners. They worked extremely hard and went the extra mile for their customers.