Hostal Solaire - Castanar de Ibor

Pasamos unos días en la zona y disfrutamos mucho! queremos volver, probar la buena cocina y el servicio proporcionado, y también tomar ventaja para darnos un baño en su río! recomendado 100%. cerca está guadalupe y rutas de senderismo, el hotel remoto del pueblo, una maravilla, para relajarse y disfrutar de la naturaleza.

Además de la buena calidad del local y el excelente trato que ofrecen, tienen platos increíbles de todo tipo y productos de la zona muy buenos. Ofrecen una amplia variedad de platos principales, segundos y platos especiales de alta calidad. Se puede disfrutar de un menú bastante asequible y de una gran variedad de opciones, incluyendo buena comida casera. Como ya he mencionado, me sorprende la amabilidad y cercanía con la que te tratan. Las vistas del comedor son un gran placer, ya que puedes disfrutar de la serranía de castaños y hermosos campos. No hay problema para aparcar y puedes disfrutar de un paisaje hermoso o dar un paseo por el entorno recomendado al 100%.

El lugar y las vistas son muy bonitos. Es un sitio super tranquilo y la familia que te atiende es muy amable. Hay fácil aparcamiento siempre que no haya un evento en el restaurante, ya que el estacionamiento en la calle puede estar ocupado. Cuenta con buen wifi gratuito y un salón social con una mesa donde se puede trabajar, leer un libro o ver la televisión. Estos son los únicos buenos puntos a destacar de este alojamiento. Por lo demás, la habitación, en relación al precio que en mi caso fue de 28€ porque era individual, tenía el tamaño apropiado pero presentaba muchas deficiencias. La calefacción no funcionaba. A los dos minutos de estar en la habitación comenzó a entrar aire frío, y en el baño no había toalla (lo cual resulta incómodo para quienes están de paso, ya que no podemos llevar nuestras propias toallas y esperamos que se sequen en nuestras mochilas). La bañera tenía los bordes renegociados y el borde del agua estaba marcado en la superficie. Si tienes frío, una de las dos camas se retira de la habitación para poder escuchar las mantas o el edredón, ya que no hay mantas de repuesto. La cama no es lo peor, pero el colchón era realmente blando y cada vez que te movías hacía ruido. La verdad es que me decepcionó porque tenía otras expectativas después de leer los buenos comentarios de los viajeros que se quedaron allí. Si no encuentras nada más en la zona y es solo por una noche, es un paso, pero la verdad es que será mi última opción la próxima vez.

Vistas impresionantes, ideal para los amantes de la naturaleza, cuenta con una terraza para la observación de aves, estacionamiento propio, trato amable, buena cocina, un lugar para relajarse, un ambiente familiar, limpieza, contacto con empresas para realizar rutas de senderismo, alquiler de bicicletas y baño de verano en la piscina natural del río Ibor, a 2 km del hotel económico recomendado. El comedor ofrece vistas espectaculares, permitiendo contemplar la naturaleza y disfrutar de la tranquilidad y un buen trato. El lugar realmente merece la pena por el precio. Habitaciones encantadoras, trato profesional y familiar, mucho cuidado con la limpieza, un sitio ideal rodeado de naturaleza, salón con vistas asombrosas. Lo mejor en relación calidad-precio, sin igual. Comida casera bastante buena, elaborada con productos locales. Extremadamente recomendado para todas las edades, especialmente para los amantes de la naturaleza que desean conocer un lugar inolvidable, junto a su gente y costumbres.