La Casa del Maiz - Monterrey

Me gustó el diseño del restaurante, pero la comida estaba pésima. Pedimos unas enchiladas rojas y el queso no tenía sabor, las papas no tenían sabor, al menos podrían haberles agregado chorizo, pero no, solo colorante al igual que la tortilla roja. Los nachos beans no estaban bien servidos, los trozos de tomate eran enormes y había pocos frijoles, el queso sin sabor y la margarita de fresa estaba demasiado cargada.

Entre platos y bebidas, reuniones de amigos, familiares y cenas en pareja, el lugar es muy bonito y pintoresco, si te gusta comer tranquilo y sin prisas este es tu lugar. Los chilaquiles son deliciosos y las bebidas refrescantes. El servicio es inigualable. 100% recomendado.

Fuimos en familia, 5 niños, 4 adultos. Pedimos variedad de platillos, todos servidos en porciones muy abundantes, muy buen sabor. Las enchiladas de la casa están deliciosasProbamos también las tostadas de desherbada, flautas de carne,sopes y de entrada las canastitas con frijoles. El agua de horchata sabe muuuuy rica fue mi favorita, tiene sabor casero. El tiempo de servicio si es algo lento pero en esta ocasión estuvimos muy Agusto esperando.

Queríamos comer una comida mexicana dentro del mismo Barrio Antiguo, así que fuimos allí. Los asientos son exactos para 4 personas, así que si llegan a ir más de esa cantidad les tocará por separado. Servicio muy lento, al llegar no había nadie en el mostrador así que entramos sin saber dónde sentarnos y menos con quien ordenar, una vez que pudimos localizar a la mesera fue que pudimos. Varias cosas del menú no las tenían disponibles y aunque los platillos se tardaron en llegar, sabían bien, aunque como siempre, en la imagen se veía más grande (tienen una serie de imágenes que se reproducen en una pantalla).Aún así el platillo que pedí, Memela, con mitad pollo y de champiñones y preparada, sí me gustó, siento que no era lo que esperaba, eso sí, con sabor recién hecho y sacado del horno.

Me habían recomendado este lugar como aceptable para degustar antojitos que usualmente en el norte no es común... De primera el servicio no es bueno, nos dejaron esperando un rato, cuando pedimos las bebidas se tardaron nuevamente y solo para decirnos que se les había acabado el clamato...En cuanto al sabor bastante regular, no alcanza ni con mucho el tradicional sabor de las antojarías del centro del país... los platos están bien servidos y con buena presentación