Quinoa Real

Sencillo, con mesas para seis personas, una decoración sencilla y una cocina a la vista, el restaurante se presenta como una opción más que válida para disfrutar del menú tradicional del norte. Sin lujos pero con una carta bilingüe que interpreta perfectamente la demanda turística; se destacan la carne de llama, los guisos y los postres regionales. Los vinos son comunes y de la región. Los precios, por su parte, son justos y accesibles. Aunque no es el único establecimiento en San Antonio de los Cobres, se destaca entre los demás.

Tomamos el tren a las nubes desde Salta. Encontramos este pequeño restaurante familiar y nos sorprendimos gratamente por la calidad de la comida. El personal no habla inglés pero Google Translator salvó el día.

La atención fue horrible, la camarera parecía tener más ganas de irse a su casa que de atendernos y respondía de manera grosera a todas nuestras preguntas sobre la comida. Sin embargo, cabe destacar que la comida estaba realmente deliciosa.

Lo recomiendo mucho! Fuimos a cenar dos veces y en ambas ocasiones la comida fue sensacional. Y muy buena la atención. El cabrito asado espectacular.

Muy buena atencion, fuimos dos veces, comimos tortilla de quinoa, estofado de llama y milanesas de llama con papas andinas. Todo muy bien preparado, exquisito