Restaurante del Hotel Casa de Adobe

La vista desde el restaurante es impresionante, pero desafortunadamente nada más. teníamos llama y quedamos muy decepcionados con la presentación y los kartomas que la acompañan.

A pesar del hermoso entorno con vistas a rinocerontes de colores, la comida no está a la altura en términos de relación calidad-precio y ubicación; la lasaña carece de sabor y la berenjena rellena también.

El restaurante es muy bonito, está decorado hermosamente y tiene un ambiente precioso. La comida se presenta de forma muy elegante y decorada; se puede decir que hay un buen cocinero en la cocina. Sin embargo, detrás de la presentación, el sabor no fue muy especial y el filete de bife, aunque estaba perfectamente cocido a punto medio... estaba un poco duro cuando se espera en Argentina. En general, fue una velada bonita, ¡pero no es algo que recordaré por mucho tiempo!

¡Es un restaurante tan acogedor que nunca esperaba encontrar en Purmamarca, justo al pie de los 7 colores! La parrillada es tan abundante que logra saciar nuestro hambre, especialmente después de un largo día de viaje desde Salta hasta el Salar. El restaurante ofrece una selección de buenos vinos locales que combinan perfectamente con los suculentos platos de carne. ¡Ojalá pudiera disfrutar de estas deliciosas comidas en mi ciudad natal!

Nos habíamos hospedado años atrás, cuando recién habría el hotel, y habíamos quedado encantados con la comida. El chef era un cordobés que le ponía todo el corazón a sus recetas, y la moza era su novia. Todos los días era una sorpresa diferente, y los precios eran razonables. En este nuevo viaje nos hospedamos en otro hotel, pero quisimos pasar por el restaurante. Nos sorprendió la carta tan distinta, así que le preguntamos al mozo si seguía el mismo chef