Primera Estacion

Llegamos a un restaurante con un apagón repentino. Nadie estaba allí y en cuestión de segundos, el lugar cobró vida. La comida estaba buena y las bebidas perfectas. Hay que tener cuidado con el vino. Nos pasamos con el vino y nos cobraron incorrectamente.

Vine aquí por un plato de sopa de pescado. Era enorme y el sabor era bueno. No fue una buena comida, ¡pero era exactamente lo que necesitaba después de un gran almuerzo! La cerveza es buena, el servicio también.

La comida está bien, nada especial. Buen servicio (era la única en el restaurante a esa hora para la cena temprana). Pedí el especial: combo de ceviche, pescado frito y papas fritas. No fue la mejor elección.

Hoy (25/11) estaba deseando probar tu ensalada de diseño para el almuerzo, pero el lugar estaba muy concurrido y el tiempo de espera habría sido demasiado largo. Mi próxima parada fue un restaurante en la misma calle en el número 206. Pero no existe el número 206. En el camino pasé por un lugar que se veía bastante agradable y decidí comer allí. La Primera Estación en la Av. de Julio 487, justo enfrente de la Av. Larco, fue un gran hallazgo. El ambiente, el servicio, los comensales, el tamaño y sabor de las porciones de comida y el precio fueron excelentes.

Acudí a una cena y fue una experiencia maravillosa: Elegancia en su presentación, Una sopa criolla, un asado con puré de papas amarillas, una copa de vino tinto Intipalka, un helado de lúcuma, bastó para conquistar mi exigente paladar. Si asiste con niños, hay menú especial para ellos.