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Contribuir a la retroalimentaciónUbicado en el encantador pueblo de Sant Agustí, Can Berri Vell destaca por su impresionante terraza con vista a la iglesia local. Este restaurante ofrece una mezcla deliciosa de sabores tradicionales ibicencos con un toque moderno, ideal para una cena especial. La atención al cliente es excepcional, aunque la popularidad del lugar implica que las reservas son imprescindibles. Con un menú que resalta ingredientes frescos y auténticos, cada plato promete una experiencia memorable. Sin embargo, es recomendable planificar la visita con antelación, especialmente al atardecer. En resumen, Can Berri Vell es un destino imperdible en la isla.
El lugar es hermoso, el servicio es muy bueno y la comida es excelente y está muy bien presentada. Comida: 5 Servicio: 5 Ambiente: 5
Lugar de lujo con una comida que no puede ser menos. Producto de alta calidad y excelente servicio. Solo abierto en temporada de verano. Tipo de servicio: Cena. Precio por persona: €50-60. Comida: 5. Servicio: 5. Ambiente: 5. Platos recomendados: Torrija Caramelizada Sobre Natillas Y Helado de Miel, Rodaballo.
Ideal para celebraciones. El producto es de alta calidad y el servicio inmejorable. Ubicación idílica y romántica frente a la iglesia de San Agustín. Tipo de servicio: Cena. Precio por persona: €50–60. Comida: 5. Servicio: 5. Ambiente: 5.
Me encanta este lugar. ¡Uno de mis lugares favoritos en Ibiza! ¡Han estado viniendo durante muchos años y siempre increíble! Alimentación: 5 Servicio: 5 Atmósfera: 5
Sant Agustí es un pequeño pueblecito en el medio de la isla de Ibiza, que conserva gran parte de su encanto original (a pesar de que el pueblo es poco más de un par de calles y una iglesia encalada en blanco . Además de conocer el pueblo, una muy buena excusa para acercarse por Sant Agustí es visitar el impresionante restaurante Can Berri Vell. El restaurante ocupa una vieja casona reformada que tiene mucho encanto. En la terraza se está francamente bien, aunque sobre todo destaca el balcón, donde tuvimos la suerte de poder cenar. Las vistas desde el balcón son realmente bonitas, con la iglesia de Sant Agustí al fondo. Cenamos de autentico infarto por relativamente poco precio (menos de 40€ . Recomendables el queso de cabra de primero y el magret de segundo.
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