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Durante tres noches seguidas disfrutamos las cenas en este lugar en Diciembre, y una noche durante la segunda estadia en Enero. Recomiendo los langostinos, y los sorentinos con salsa bokata. Ver todas las opiniones.
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lugar de comida barata con precios caros mal atendido con baños sucios. Tuvimos q cenar con la bebida caliente ya que el mozo en ningun momentpo nos miro para poder pedirselo, Solo al momento de levantarnos para irnos se acerco a traer la cuenta Ver todas las opiniones.
Lugar de comida barata con precios caros mal atendido con baños sucios. Tuvimos q cenar con la bebida caliente ya que el mozo en ningun momentpo nos miro para poder pedirselo, Solo al momento de levantarnos para irnos se acerco a traer la cuenta
Pedimos un sanguche de milanesa. La lechuga vino con larvas. Una inmundicia. Tendrían que cerrarlo por la salud del público.
Durante tres noches seguidas disfrutamos las cenas en este lugar en Diciembre, y una noche durante la segunda estadia en Enero. Recomiendo los langostinos, y los sorentinos con salsa bokata.
Mientras calculábamos cuánto debía pagar cada uno de los 9 comensales, el mozo pidió que desocupáramos la mesa porque llevábamos mucho tiempo, cuando nuestra supuesta demora estaba dentro de lo normal en estos casos. Nada de ello justifica el mal modo que utilizó para, literalmente, echarnos. Se refirió de manera despectiva hacia nosotros. El rato que pasamos comiendo quedó opacado luego de este mal trago. Lamentablemente, al ser un lugar con ubicación estratégica, tiene más concurrencia de la que merece con este modo de dirigirse a los clientes.
Soy de Gesell y siempre que quiero comer algo rápido y sencillo voy al bar de al lado. Esta vez decidí darle una oportunidad. Nos sentamos afuera, la camarera fue muy rápida y simpática, tomó el pedido y enseguida recibimos lo que solicitamos. Pedimos unos sorrentinos con crema y una ensalada César, pero la lechuga de la ensalada estaba sucia de verdad, con hojas con barro. No podía creer que algo así se les pasara, especialmente considerando que el lugar tenía solo un 30% de ocupación. Separé las hojas más comprometidas y llevé la ensalada al mostrador, donde supongo estaban los dueños, quienes me miraron de manera despectiva y ni siquiera se disculparon o me preguntaron si quería algo a cambio. Regresé a mi mesa sin recibir respuesta, mi hijo terminó de comer y nos retiramos. No recomiendo este lugar en absoluto, donde una simple ensalada llega sucia, se sirve en recipientes plásticos, los aderezos están pegajosos y ni siquiera tienen la calidad humana de aceptar un error y pedir disculpas. La ensalada costaba $115 y ni siquiera ofrecieron una solución. Hay lugares más baratos con mejor atención, no recomiendo ni volveré nunca.