Rio Cazuma - Bicorp

Tienen la cocina abierta y todo el mundo puede ver lo que están haciendo mientras comen. El local está decorado con gusto y las vistas son preciosas. La comida... leer más Tienen la cocina abierta y todo el mundo puede ver lo que están haciendo mientras comen. El local está decorado con gusto y las vistas son preciosas. La comida también está deliciosa. El gazpacho manchego es buenísimo. Es su especialidad y vale la pena probarlo. Para los niños tienen hamburguesa o longaniza. Es un lugar perfecto (además, está cerca) para ir después de hacer la visita guiada a las pinturas rupestres de Bicorp (Barranco Moreno) en el ecomuseodebicorp.com.

Es el mejor sitio para acabar después de una ruta de montaña. La comida espectacular y el trato inmejorable. Te vas con la sensación de que volverás...... leer más Es el mejor sitio para acabar después de una ruta de montaña. La comida espectacular y el trato inmejorable. Te vas con la sensación de que volverás......

Estar en mitad del monte comiendo tan bien, es de agradecer, si vuelves de una ruta puedes tomarte un aperitivo, una sepia de lujo, si quieres comer o cenar tam... leer más Estar en mitad del monte comiendo tan bien, es de agradecer, si vuelves de una ruta puedes tomarte un aperitivo, una sepia de lujo, si quieres comer o cenar también puedes, hacen unos muy buenos gazpachos, vamos un sitio ideal en el monte.

Todo muy bueno, el cremaet ha sido espectacular. Sitio apropiado para comer si se quiere hacer una excursion por la zona. leer más Todo muy bueno, el cremaet ha sido espectacular. Sitio apropiado para comer si se quiere hacer una excursion por la zona.

Este fin de semana, mi pareja y yo nos alojamos en el pequeño pueblo cercano al restaurante Bicorp. Visitamos el Río Fraile, el Charco de los Morteros y las Cue... leer más Este fin de semana, mi pareja y yo nos alojamos en el pequeño pueblo cercano al restaurante Bicorp. Visitamos el Río Fraile, el Charco de los Morteros y las Cuevas de la Araña, todos recomendados por el atento personal que nos atendió y nos explicó con detalle. De casualidad, nos acercamos al restaurante y fue una grata sorpresa. El ambiente al llegar es especial: acogedor, con unas vistas espectaculares y muy relajante. Lo mejor de todo fue ver la increíble cocina abierta, donde pudimos presenciar toda la elaboración de los platos. Pedimos una cazuela de gazpachos para los dos, además de varios entrantes: las croquetas de cocido, el ajo arriero y el esgarraet, todos caseros y espectaculares. Para terminar, disfrutamos de una tarta de queso y un brownie con helado, también caseros. A pesar de que el restaurante estaba lleno, nos sentimos atendidos en todo momento, sin que nos faltara nada. Sin duda, es un lugar recomendable al 100% y al que seguro volveremos y repetiremos. ¡Nos vemos pronto de nuevo!