Gau Txori - Bilbao

Visitantes de Bilbao, háganse un gran favor y eviten este lugar. Para el menú del noche tuve paella, lubina y natillas. La paella solo contenía un langostino, una almeja, un mejillón y un pequeño trozo de conejo. El langostino estaba tan seco que no quedaba ni una gota de humedad en él, era difícil quitarle la cáscara ya que había sido cocido tantas veces y probablemente recalentado una y otra vez. En una nota positiva, la lubina estaba jugosa aunque de tamaño pequeño, así que al menos era comestible. Esta es la única razón por la que le doy 2 estrellas en lugar de una. Las natillas eran un bol grande de lodo amarillo, que no pude ni siquiera probar. Por 18 euros, esto es definitivamente una trampa para turistas, viven de la idea de que es uno de los primeros restaurantes que se encuentra al entrar al casco antiguo desde cierta dirección. Por unos euros más puedes tener una comida fantástica cerca, y también una mejor por unos euros menos. Me di cuenta de que a mi alrededor había franceses y alemanes, no muchos españoles, siempre una mala señal. En cuanto a la paella, ¡deben estar los valencianos revolviéndose en sus tumbas al ver cómo su plato local se sirve en Gau Txori!

Restaurante pintoresco lleno de lugareños mayores. La comida es básica pero muy bien de precio y las porciones son grandes. Interesante y muy vasco.

Nos encantó este restaurante. No es elegante, pero la comida es excelente, fresca y auténtica. El menú del día costaba £16 y no éramos la única pareja que regresaba, notamos a algunas más. ¡El vino tinto también es bueno! Se sirve frío de forma estándar, así que pregunta si lo quieres a temperatura ambiente. Siempre hay más pan disponible y los postres eran típicos, igual que los que solía hacer mi abuela vasca cuando éramos niños. Un lugar maravilloso al que volveríamos. Prueba el calamar en su tinta, estaba delicioso.

Fuimos a comer un menú del día y nos prepararon mesa al momento. La comida rápida, de calidad y a muy buen precio. El camarero era de lo mejorcito, atento y muy amable. Servicio perfecto

Buen lugar en el que parar a comer un menú del día típico de toda la vida. Comida sencilla, como si te cocinase la madre de tu amigo en el pueblo. No son sabores espectaculares, pero estaba todo bueno, no había nada que dijeses “esto no me gusta”. Además genial de precio, el más barato de la zona. Además, con hambre no sales. Platos abundantes, como el caso de la purrusalda, que casi desborda el plato de la cantidad que echaron. Lo mejor de todo la atención, camareros muy atentos y simpáticos, te hacen sentir como en casa.