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Contribuir a la retroalimentación¡Nos encantó el Restaurante O Bruño! De hecho, cada vez que vamos a Cangas de Morrazo hemos repetido. Su ubicación, en la Playa de Rodeira, es idílica y ofrece unas vistas espectaculares de la ría de Vigo, que se pueden contemplar a través de las enormes ventanas de su comedor. O Bruño se describe como "un restaurante de cocina tradicional con un toque innovador", lo cual se refleja en la atención al detalle en la elaboración de sus platos y en la excelente calidad de sus ingredientes. Especializado en mariscos y pescados de la ría, su menú también incluye arroces, carnes y una gran variedad de tapas. Dado el nombre del restaurante, no puedes dejar de probar el bruño (un pequeño centollo típico de la ría). Te recomendamos también probar el pudding de centolla, la empanada de zamburiñas, las navajas a la plancha (de un tamaño impresionante) o un buen pescado del día al horno. Si todavía tienes espacio, prueba el tiramisú. El servicio es excepcional, tanto la camarera, muy atenta y amable, como el propio dueño, quien es el chef y salió a saludarnos al final de la cena. O Bruño es uno de esos lugares en los que se cuida cada detalle; por ejemplo, nos ofrecieron una degustación de tartas con los cafés, todas hechas en casa y deliciosas (a pesar de no haber pedido postre). En cuanto al precio, considero que tiene una excelente relación calidad-precio, dada la calidad de los productos y la generosa cantidad de las porciones.
¡El restaurante al que amamos! De hecho, cada vez que vamos a picar algo, hemos repetido. Su ubicación, en la playa de Rodeira, es idílica, y ofrece vistas espectaculares sobre el río de Vigo, que se pueden ver a través de las enormes ventanas de su comedor. O Bruño se define como "un restaurante tradicional con acento innovador", lo que se demuestra con mucho en la excelente preparación de las materias primas. Especializado en mariscos y pescado de la ría, en su carta también se pueden encontrar arroces, carnes y una ración infinita a la cintura. Dado el nombre del establecimiento, no puedes dejar de pedir un bruño (un típico centollo de la ría). También prueba el flan de centolla, la empanada de samburiñas, las navajas en el plato (con un tamaño impresionante) o un buen pescado del día al horno. Si te queda hueco, prueba el tiramisú. El servicio es excepcional, tanto de la camarera, muy atenta y agradable, como del propio dueño, que es el chef y salió a saludarnos al final de la cena. O Bruño es uno de esos lugares donde el detalle se cuida al máximo; por ejemplo, con los cafés que nos dieron una degustación de pasteles, todos de elaboración propia y los más deliciosos (no habíamos pedido postre). En cuanto al precio, me parece que tienen una muy buena relación calidad-precio, dada la calidad de los productos y la generosa cantidad de las raciones.