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Contribuir a la retroalimentaciónEl restaurante ubicado en el hotel es un rincón acogedor y tradicional que ofrece una extensa variedad de platos locales, destacándose por su ambiente familiar y su servicio atento. Entre las delicias que se pueden disfrutar están las croquetas de setas, canelones caseros y carnes a la parrilla, todo en un entorno cálido y confortable, ideal para relajarse junto a la chimenea. Aunque algunos platos pueden parecer costosos en comparación con su calidad, la relación general calidad-precio es buena. Este lugar se convierte en una excelente opción para quienes desean explorar la gastronomía de la región y disfrutar de una experiencia reconfortante.
Nos quedamos en el albergue sólo una noche, pero fue genial. la habitación era espaciosa y luminosa, el baño muy completo y limpio. Hicimos un paquete con una visita a una bodega en una escala de dei súper interesante. la camarera que nos sirvió la cena recomendó un viaje de un día por el día que fuimos a la ermita de sant gregori, que nos encantó. desayuno también es muy completo, con producto local. la habitación con chimenea se ve muy acogedora, aunque no podíamos disfrutarla debido a nuestra corta estancia. Muy recomendable, la verdad.
Hace años era un hotel de ensueño. en nuestra estancia no ha alcanzado la calidad esperada. theoricamente la habitació con desayuno cuesta más de 120 € más tarifa turística y no tiene minibar. Desearía haber mejorado porque era una referencia en la zona para mi familia.
De nuevo una excelente estancia. La habitación perfecta, muy bien cuidada, decorada y con todo lujo de detalles para hacer la estancia muy agradable. La comida buenisima. Volveremos!!!
El restaurante es precioso y muy acogedor con chimenea cerca de la mesa ,los cameros rápidos y atentos pero fuimos a comer dos y los primeros muy sosos de sal caracoles con poco sabor al igual que las alcachofas con gambas y con los segundos más de lo.mismo 95,00 me parece excesivo para los platos que nos sirvieron no volveríamos por la calidad ,precio
Hotel bien situado en el núcleo de Falset. Muy bien conservado y con habitaciónes amplias y confortables.Muy limpio y con un excelente trato al cliente, tanto por parte del personal de recepción como del de bar y restaurante. Nos han hecho sentir como en casa. Acogedora también la sala de estar con la chimenea encendida.
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