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Contribuir a la retroalimentaciónEl restaurante ofrece amplias raciones de comida típica, con platos como barro de guadalupe y queso frito con miel. Las porciones son generosas y la calidad-precio es adecuada. El ambiente es agradable, con vistas al monasterio y un servicio amable. Recomendado, especialmente para los amantes de la comida tradicional extremeña. Un lugar imprescindible en Guadalupe.
Sin duda, es un lugar para volver, especialmente para los amantes del queso. Probamos la Segunda de queso frito y nos encantó. El servicio fue muy amable, en especial de uno de los camareros, gracias Jose Manuel.
Todo estuvo genial, el codillo y el queso con miel estaban muy buenos.
Buena atención. Platos muy bien elaborados todo con gran calidad y buen servicio. Precios en su media o menos
La puntuación actual está adulterada, debería de tener 4,5 estrellas. Tapas típicas extremeñas y trato del personal muy bueno.
Comida buenísima la atención del servicio super rápido y súper atentos recomendable cien por cien y situado con las mejores vistas del monasterio
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