Taverna Can Quim

Hola, al llegar nos encontramos con la dueña y le dijimos que teníamos una reserva. Nos informaron que solo había asientos afuera después de elegir un asiento temprano en el día, las personas se movieron rápidamente de ese asiento. La entrada fue un pan y embutidos deliciosos, pero luego comenzaron los problemas. Las salchichas y papas llegaron completamente frías, el queso llegó a la temperatura incorrecta. Devolvimos la comida y esperamos a que llegara la nueva, que tardó veinte minutos. Para entonces, la llama del quemador se había apagado. Informamos a la camarera, pero para cuando el queso estuvo listo ya era demasiado tarde. Pedimos más vino y tardó diez minutos en llegar, lo cual no nos impresionó. Cuando finalmente decidimos terminar, la dueña llegó. Esperábamos una disculpa, pero no dijo nada y tomó el pago completo sin desearnos suerte. Al salir, vimos que otras 15 mesas afuera estaban también siendo atendidas por solo dos empleados de frente. Lo siento de nuevo, pero nunca volveremos. Con sinceridad, Sean y Julia de vacaciones desde Irlanda.

Tres miembros del personal trabajando cuando visitamos a las 9.30 pm un jueves, una joven, otra mujer (posiblemente la dueña) y un joven. El joven era el problema, preguntó si teníamos una reserva, no teníamos, ¡el restaurante no estaba lleno y la mitad de las mesas afuera ni siquiera estaban preparadas para la noche! Nos sentamos y pedimos menús. Esperamos, esperamos y esperamos. El joven siguió sirviendo mesas a nuestro alrededor mientras llegaba más gente, lo miré algunas veces pero nos dejó sentados allí. La mujer que presumimos era la dueña vino hacia nosotros y levantó los brazos al aire al descubrir que nos habían dejado desatendidos, se fue y pensamos que eso estaba solucionado. No. Esperamos un poco más y estábamos a punto de levantarnos e irnos cuando regresó y nos dio un menú de la mesa de al lado. Pedimos y la comida y las bebidas llegaron de la mano de una agradable joven camarera. Más tarde, el joven pasó y pedimos dos copas de vino, tomó la orden y se fue. Esperamos, esperamos y esperamos mientras terminábamos nuestra comida promedio pero sabrosa. Pedimos la cuenta a la joven camarera y nos fuimos sin volver. Me dio la impresión de que no le gustaban las personas que no hablaban español.

Hermosa noche. Excelente queso y vino y un servicio maravilloso con una sonrisa. El pan solo era increíble.

La comida está exquisita. Además, el trato y conocimientos de las camareras fue de 10. Nos aconsejaron para no pedir demasiado ni quedarnos con hambre, además de darnos su opinión y explicarnos el menú a la perfección. El ambiente del restaurante es precioso. 100% recomendable.

Estamos comiendo en estos momentos y disfrutando de lo lindo. Comida excelente, servicio perfecto y además, son bienvenidas las mascotas. Recomendable 100%. Repetiremos pues ha quedado pendiente la founde, raclette y muchos más platos.