El Peregrino - Aguascalientes

No puedo expresar lo mucho que amamos este lugar; siempre desayunamos allí. Los precios son razonables y la comida es realmente deliciosa.

Es un buen lugar para comer, ¡toda la comida sabe como hecha en casa! ¡Me encanta!

¡Me gustó mucho! Hacía tiempo que tenía pendiente una reunión con una amiga y ella sugirió este lugar. Fue una excelente elección para ponernos al día, ya que el ambiente es cómodo para charlar. Hay mesas en la acera y aunque el tráfico no ayuda, tampoco resulta ser un gran inconveniente. Los platillos se ven deliciosos y lo que más aprecié fue que me prepararon una salsa más picante en el momento, ya que la que viene en el menú es un poco más suave de lo que estoy acostumbrada. Nos atendieron muy bien y el dueño está muy atento a que todo sea cómodo para los clientes.

Es un lugar para desayunar así de rápido en un día normal x, no fueron de mi agrado los chilaquiles, las bebidas si muy ricas, pero lo que les recomiendo es que no pongan canasta de galletas y agua si no son cortesía y no las pedimos porque nos hace pensar que si son cortesía, eso es deshonesto y ya saben que no tienen que hacerlo, porque al final te deja un mal sabor de boca y pues simplemente ya no vuelves a ir, por eso traten de cuidar más ese detalle, simplemente no los ofrezcan no hace falta, mejor ponganle queso y frijoles a los chilaquiles porque tampoco me había tocado un lugar donde te cobrarán extra por el queso, los frijoles o el arroz

El café es muy rico, y el servicio y trato de la mesera son excelentes, muy educada y atenta. La comida está bien. Sin embargo, la música es muy mala; es música de bar o reggaetón, con canciones como "Vendedora de caricias” por la mañana, que no se diferencian mucho de lo que se oye en Rock&Drinks o Motobunkers. Deberían buscar un setlist más apropiado para un café o restaurante, algo que esté más acorde con el ambiente del lugar, ya que es muy agradable. La música que están eligiendo da una mala impresión y afecta el ambiente. No resulta cómodo disfrutar de un excelente café y, de repente, escuchar a todo volumen canciones de Mägo de Oz, con letras como "no soy lo que un padre quiere para su hijita bebé".