Buendia

La comida estaba bien, pero todos los otros lugares a los que fuimos fueron mejores. El servicio fue realmente malo. El camarero realmente no parecía disfrutar su trabajo, todo parecía ser demasiado trabajo. Nunca hemos tenido un trato así en esta encantadora parte de España.

Llegamos a las 14:30 sin reserva y nos atendieron amablemente, advirtiéndonos desde el principio que tardarían un poco debido a que el salón estaba lleno. Así que agradecemos la información. La joven de pelo rubio que estaba a cargo de 15 MESAS para dirigir y servir, merece una medalla de oro por su paciencia y simpatía, que no perdió en ningún momento. Honestamente, con tantas mesas para atender sola, es comprensible que al final se pierda un poco el orden. Todos en la profesión hemos tenido días así. La comida estuvo bien. Sin embargo, después de esperar una hora, nos fuimos sin probar el postre, ya que ni siquiera tuvieron tiempo de preguntarnos. Mi recomendación es que se preparen con personal adicional los fines de semana para evitar estas situaciones, y entonces sería un 10.

Restaurante completo, era el puente de la constitución, preguntamos si podíamos comer en la barra y muy amablemente nos prepararon una mesa. Menú muy variado, comida cocinada con cariño y cantidades exageradas.