Trattoria e Pizzeria Nonna Dina

Exelente!! A cualquier hijo/nieto de italianos amaría comer en este lugar y recordar a través de la comida... Excelente todo, la atención, la comida y el preci... leer más Exelente!! A cualquier hijo/nieto de italianos amaría comer en este lugar y recordar a través de la comida... Excelente todo, la atención, la comida y el precio es acorde.

Exquisitas pizas. Recomiendo la de rucula y queso. Sabores supremos. Calidad supremo. Atendidos con la calidez de Sandra y Jorge que te hacen sentir como en cas... leer más Exquisitas pizas. Recomiendo la de rucula y queso. Sabores supremos. Calidad supremo. Atendidos con la calidez de Sandra y Jorge que te hacen sentir como en casa . Lo mejor de Chajari

Excelente atención y la comida increíble! Los felicito! leer más Excelente atención y la comida increíble! Los felicito!

Excelente lugar, por la calidad de la comida tanto en la pasta como en la pizza italiana y el excelente trato recibido por el dueño que nos hizo sentir como en... leer más Excelente lugar, por la calidad de la comida tanto en la pasta como en la pizza italiana y el excelente trato recibido por el dueño que nos hizo sentir como en casa.

Entramos a comer y terminamos cocinando. Si, así como lo leen. Empezamos nuestras vacaciones en Chajarí, y buscando lugar para cenar llegamos a Nonna Dina porqu... leer más Entramos a comer y terminamos cocinando. Si, así como lo leen. Empezamos nuestras vacaciones en Chajarí, y buscando lugar para cenar llegamos a Nonna Dina porque estaba abierto y tenía buenas calificaciones, pero no mucho más. No conocíamos. Salón vacío, luces apagadas... era temprano. Nos sentamos, nos dan la carta y minutos más tarde llega Sandra. Mira a mi hija y le dice: mirá que acá los chicos cocinan. Yo pensé que era un chiste que le hacía, pero no. Mi hija saló de la silla, corrió a la cocina, le acercaron un delantal y ayudó a sandra a estirar y cortas los fideos anchos que ella había elegido. Durante todo el rato compartieron risas, como si se conocieran desde siempre. Sandra, paciente, la guió en todos los pasos.Luego aprendió como se hacen ravioles caseros, porque Sandra le mostró paso a paso. Comimos rico y casero. Compartimos charla con Sandra y su marido. Salimos felices del lugar y prometimos volver. Porque a esos lugares se quiere volver siempre. Era un restaurant, pero parecía una casa. No fue una cena, fue una experiencia. Una de esas que se quedan con vos para siempre.