Sanborns - Cuauhtémoc

La comida no es nada del otro mundo, pero el edificio merece la pena, un lugar histórico donde poder tomar algo con su aire retro. leer más La comida no es nada del otro mundo, pero el edificio merece la pena, un lugar histórico donde poder tomar algo con su aire retro.

A mi me gusta visitar este lugar por emblemático, es un bello recinto arquitectónico, a mi me agrada comer en el bar, te sirven unas copas a buen precio y hay m... leer más A mi me gusta visitar este lugar por emblemático, es un bello recinto arquitectónico, a mi me agrada comer en el bar, te sirven unas copas a buen precio y hay música de piano en vivo, super agradable los pianistas, simpáticos y amables, el ambiente es sano. allí mismo puedes pedir algo de comer del restaurante.

Este edificio es hiper emblemático en la historia de México, aquí Zapata y Villa, con sus respectivos ejercitos, almorzaron. Hay muy huenas fotos del momento.En... leer más Este edificio es hiper emblemático en la historia de México, aquí Zapata y Villa, con sus respectivos ejercitos, almorzaron. Hay muy huenas fotos del momento.En El Sanborns se comen las mejores enchiladas verdes (suizas) de México.

El restaurante es precioso, especialmente el techo porque puedes ver el cielo mientras disfrutas de tu comida, música y mujeres con vestidos folclóricos. La dec... leer más El restaurante es precioso, especialmente el techo porque puedes ver el cielo mientras disfrutas de tu comida, música y mujeres con vestidos folclóricos. La decoración de azulejos me recuerda a los azulejos de Portugal.

El edificio actual de la Casa de los Azulejos merece una parada para admirarlo por dentro y por fuera. Es hermoso. Sin embargo, no pierdas tu tiempo ni tu diner... leer más El edificio actual de la Casa de los Azulejos merece una parada para admirarlo por dentro y por fuera. Es hermoso. Sin embargo, no pierdas tu tiempo ni tu dinero comiendo aquí. Es una fábrica de comida con tantos asientos que parece como si estuvieran alimentando a más de 500 personas en cualquier momento, lo que no puede resultar en comida de alta calidad. Nos tomó una eternidad que uno de los 100 camareros que andaban por ahí viniera a tomar nuestra orden. Somos comensales aventureros y nos encanta la cocina de todo tipo, sabores y especias, así que no es que nuestros paladares estadounidenses no estén receptivos a este tipo de comida. El guacamole estaba aguado y soso y venía con solo unas 5 fichas, lo cual estaba bien porque de todas formas no nos gustó. Mis enchiladas con mole rojo de Puebla estaban simplemente asquerosas. El mole era apenas comestible, tuve que echarle Cholula y el guacamole aguado para convencerme de comerlo. El pollo dentro de las enchiladas estaba seco, fibroso y no sabía a nada. Las Enchiladas Suizas de mi esposo eran igualmente olvidables. Nuestros hijos, que han estado disfrutando de delicias mexicanas toda la semana, comprensiblemente querían un descanso y pidieron hamburguesas simples con papas fritas. Las hamburguesas también eran horribles. Probé un poco porque no quería comer mis enchiladas. Aunque la carne parecía estar completamente cocida, tenía una textura suave y blanda como si aún estuviera cruda. La textura y el sabor de las hamburguesas eran muy cuestionables, los niños apenas tocaron sus platos. Incluso los refrescos que pedimos con hielo salieron a temperatura ambiente sin hielo. La única salvación fueron las papas fritas que venían con las hamburguesas. Esas sí estaban buenas y fueron lo único que comimos durante el almuerzo. En resumen, desperdiciamos alrededor de 2 horas y demasiados pesos en esta comida horrible. Llamarla promedio, como han hecho otros críticos, sería un cumplido injustificado.