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Contribuir a la retroalimentación Qué le gusta a User de La Rula:
Llueve. Los restaurantes más conocidos están llenos. En el pueblo no hay sitio para aparcar. Es tarde. Encontrar un sitio que a las todavía te den de comer, que haya sitio para personas sin reserva, que tengan sitio para aparcar dos coches en la puerta y que te dejen entrar con un perro pequeño, aunque esté prohibido, parece una misión imposible. Pero existe y es este. Además, está todo muy rico, es producto de gran... Ver todas las opiniones.
Lo que no le gusta a User de La Rula:
El local es moderno, limpio y bien ambientado y la terraza está junto al puerto de mar. El camarero agradable y da un buen servicio. La comida está buena pero choca su precio; cuando vimos lo que cobraron por la lubina y los postres, nos resultó caro. Ver todas las opiniones.
¡El servicio es encantador! Y la comida es excelente, la carne, el cachopo, los mejillones, las rabas son geniales, ¡la tarta de 3 leches... todo! ¡Espectacular! ¡Es nuestra primera vez aquí y ya nos sentimos como en casa! ¡Volveremos!
Hacer una reserva fue una tarea complicada, hablé con una persona que prometió volver a contactarme pero nunca lo hizo, no respondieron a mi correo y después de varias llamadas logramos confirmarla. A pesar de llegar temprano al pequeño comedor, fuimos atendidos después de otras mesas. Cuando mencionamos esto, nos dijeron que era por orden de ticket, sin saber qué significaba eso. Pedimos sidra y nos dieron vasos normales, a pesar de pedir vasos de sidra para 4 personas solo nos dieron dos, ya que no tenían más. La cena estaba nada del otro mundo, las raciones eran escasas. Unos tacos de bonito con crema de queso que sonaban interesantes resultaron ser un poco pasados de cocción y con una crema que no pegaba con nada, acompañados de unos cherries por 17,50 euros. A pesar de estar bien ubicado, no creo que regrese.
La comida estaba bien, pero la zona donde comimos que tiene sillas de terciopelo y cojines de tela estaba todo lleno de cercos y manchas. La sorpresa que nos chafó todo por completo es que en la pared que teníamos a nuestra espalda vimos que había un reguero de hormigas pasando a sus anchas de un lado a otro, salían de una esquina donde tienen colgadas un par de plantas medio mustias. No entiendo como no se fijan en eso, la suciedad de las sillas ya está mal pero lo de las hormigas no es de recibo. No volveremos por supuesto.
Acudimos a este establecimiento por los buenos consejos de conocidos. Lo primero de todo comentar que el lugar es un poco reducido para el número de mesas que tienen; y notamos cierta descoordinación entre el personal. Hay que resaltar que la comida estaba buena, tanto los calamares frescos como el salteado de pulpo y marisco; aunque los precios me parecieron un poco elevados.
La comida riquisima, a muy buen precio,el sitio es muy bonito y la atención del personal excelente, la camarera era majisima y muy atenta.