Nigiri - Lalín

¡Increíble! Acabamos de irnos del restaurante sin siquiera beber un vaso de agua después de esperar 43 minutos... y no éramos los únicos. Llegamos tres personas y, al poco de sentarnos en una mesa alta, se desocupó una más agradable y cerca de la ventana; al cambiarnos notamos que los que se iban no habían consumido nada, algunos se cansaron de estar allí como figurantes. En resumen, esperamos y esperamos sin siquiera tomarnos nota de la bebida: un servicio pésimo. Pero lo que ya no tolero es que en una mesa cercana pidan 2 Godellos y al momento les sirvan. En adelante, si quiero comida oriental, iré al City Chino. Allí, una sola persona atiende el comedor ella sola y la comida es deliciosa. En este lugar, gracias, pero Dios no permita que me falten al respeto nuevamente.

Fue una agradable sorpresa encontrar un restaurante japonés de tanta calidad en un lugar como Lalin. Todo es exquisito y de una calidad superior. La relación calidad-precio es más que razonable. El servicio es muy agradable.

Reservamos enseguida y el camarero fue muy atento. El sushi estaba delicioso, se destacaba por encima de lo normal y eso que donde solemos pedirlo es muy difícil de igualar, pero este restaurante lo hizo muy bien. Ya estamos deseando volver y probar más platos.

Trato exquisito, extrema delicadeza y contemplaciones a todos los niveles. Platos cuidados y hechos con todo el cariño, exclusivos y muy diferentes a lo que se puede degustar en la zona. El único problema es que está escondido y eso le perjudica a la hora de visibilizarse.

Cuando entras llama la atención el sitio, perece una tasca antigua. Pero en cuanto te empiezan a atender te das cuenta que estás en un buen sitio. Para el novato en este tipo de comida, como el que escribe, un feliz descubrimiento. Bien guiado por el camarero, atento y aleccionador. Pero lo más importante: todo rico. Probamos sushi, salmón, ternera koreana y dorayaki. Un vino, consejo del atento camarero, ideal para los platos. El precio correcto.