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Contribuir a la retroalimentaciónEn un encantador rincón de Roses, este restaurante presenta una mezcla de calidad y variedad en su menú. Los comensales elogian la frescura de los ingredientes y los platos bien elaborados, como tapas y paella. Sin embargo, la experiencia se ve empañada por un ambiente anticuado y un servicio que podría mejorar en amabilidad. Aunque algunos platos, como los calamares y el pescado, no cumplieron con las expectativas, otros, como los steaks y los mariscos, destacaron por su sabor. A pesar de las críticas, su ubicación frente a la playa y los precios razonables lo convierten en una opción a considerar.
Interesante opción a un precio asequible para una estancia en el centro de Roses con todo lo imaginable al alcance de unos pocos pasos y unas vistas impagables. Instalaciones renovadas aunque con ciertas incidencias que considero destacables. La televisión es DTV y pixela cada dos por tres, por lo que la experiència con la TV puede llegar a ser exasperante. Aire acondicionado bien situado aunque la directividad no es ajustable. Camas bastante cómodas. He leído comentarios acerca del ruido, pues en nuestro caso hemos descansado óptimamente sin molestias, aparte de los ruidos normales que pueden existir pero que para nada implican una distorsión en la calidad de la estancia. Puerta del WC insufrible, el pomo hace un ruido molesto del cual adjunto video y carece de escobilla en el inodoro (incomprensible). Ducha perfecta. La habitación en si misma, decorada con gusto y muy practica. Del restaurante no opino dado que no lo hemos probado pero comentan que los platos están excepcionalmente elaborados aunque el precio se sitúa en la banda alta de gasto. Servicio atento y las operadoras de la limpieza de las habitaciones tienen un trato muy amable y respetuoso, cosa que es de agradecer.
Bon lloc per fer una estada de pocs dies en època de no massa ocupació
Hemos comido en el restaurante y la comida ha sido muy buena. Hemos pedido el menú en el que constaba espárragos blancos y mejillones de primero, y después una parella mixta de segundo. La comida estaba riquísima y tenía un gran sabor. La paella estaba muy buena, las gambas eran frescas y el sabor era perfecto. El trato al cliente es bueno y eran muy simpáticos y amables. El camarero que nos ha atendido ha sido de 10. Edito la reseña porque hemos vuelto y hemos pedido el menú de 32€ y estaba muy bueno también. Incluyó las fotos de la dorada y el secreto ibérico al Roquefort. Lo recomiendo, gracias por todo.
Las habitaciones pequeñas y antiguas. El desayuno muy adecuado. Calidad precio muy razonable.
Lo bueno que tiene es su ubicación, por lo que representa las habitaciones pues lo justo con poca gracia. No está mal para ir a dormir con pocas expectativas
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