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Contribuir a la retroalimentaciónUbicado en una zona tranquila con vista al océano Pacífico, el restaurante ofrece una experiencia culinaria agradable. A pesar de ciertos contratiempos con la reserva y el servicio, la comida fue de calidad, con opciones veganas y platillos satisfactorios. La atención prestada varía dependiendo de la divisa con la que se pague, pero en general, se destaca el ambiente animado junto al mar. Mientras que el restaurante podría mejorar en algunos aspectos, como la diversidad de opciones veganas y la coordinación del servicio, destaca por sus vistas, la amabilidad de los propietarios y la música en vivo que añade un toque mágico a la experiencia.
Desayunamos allí el 1 de mayo para celebrar nuestra cuarta temporada alta. ¡Fue una gran experiencia, nuestra comida fue excelente: él tenía huevos y yo tenía chilaquiles. También compartimos un zimtrolle; ¡Dios mío, estaba tan bueno! El servicio fue excelente: Gracias LeeAnne y Héctor. La ubicación y la vista son espectaculares. Estamos tan tristes de que el lugar estuviera cerrado mientras estábamos en Mazatlán. Hubiéramos vuelto. ¡Gracias!
Nuestra primera visita en Mazatlán finalmente logró surfear y llorar de alegría. ¡Disfrutamos mucho, la comida era deliciosa, el servicio fue genial! La música en vivo fue muy divertida, ¡y la vista, por supuesto, es increíble! Los dueños son súper amigables y amables, sin duda volveremos para disfrutar más tiempo la próxima vez que regresemos. ¡Olvidamos tomar fotos de nuestra comida, estábamos demasiado hambrientos! Éramos una mesa de 6, muy contentos con todas nuestras comidas. ¡Cocinamos rollos de canela en casa y también estaban deliciosos!
Este restaurante está apartado pero es imperdible. Ubicado en una playa tranquila que es ideal para pasear después de un excelente brunch. La comida siempre está bien preparada y la zona de estar es al aire libre, por lo que se garantiza el distanciamiento social. La dueña contribuye a la comunidad a través del apoyo que brinda a organizaciones benéficas locales. ¡No te pierdas este restaurante!
La ubicación es bella y muy tranquila al estar alejado del malecón, tiene una vista muy bonita al pacífico y cuenta con acceso a la playa para que las niñas y niños y no tan niños puedan bajar a la arena, y los alimentos son bastante buenos, los precios un poquito elevados pero vale la pena por la experiencia, la propietaria una señora americana es muy amable y siempre sonriente, sin embargo hemos tenido experiencias no tan gratas con el personal, como por ejemplo un mesero nos sienta en una mesa con vista y a los 5 minutos otra mesera nos quita no de la mejor manera, por una supuesta reservación a unos señores norteamericanos, en otra ocasion desayunamos y casi al terminar cuando estabamos tomando el cafecito (somos de los que nos gusta terminar el desayuno con una buena charla y un buen café) y una chica llega a cobrarnos cover por persona, porque supuestamente llegaría una banda a tocar, a pesar de comentarle que ya no nos tardaríamos mucho nos obligó a pagar por algo que nosotros ni pedimos ni deseábamos presenciar y nadie nos advirtió de este cover al ingresar al lugar, y así cositas no muy amigables. En general, al igual que en varios lugares de Mazatlán, tristemente se nota una diferencia en la atención brindada a quien paga en pesos, y a quien paga en dólares, pero si vas con una vibra tranquila, comprensiva y tolerante, vas a tener una rica comida en un lugar lindo y divertido junto al mar.
La comida es muy buena pero el servicio es demasiado lento tardan mucho en servirte tus alimentos tiene que ir uno sin mucha hambre.