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Evaluaciones
Contribuir a la retroalimentaciónEste restaurante es una joya en Sevilla, destacándose por su ambiente acogedor y su variada carta que mezcla lo tradicional con toques innovadores. Aunque algunos platos pueden variar en presentación y sabor, la mayoría de las veces se puede disfrutar de deliciosas tapas como el tataki de atún y la presa ibérica. La atención del personal es un punto a favor, siendo amable y eficiente, lo que contribuye a una experiencia placentera. A pesar de algunas fluctuaciones en la calidad, muchos coinciden en que es un lugar digno de visitar y repetir. No olvides reservar.
Cocina creativa, con los entrantes se come suficiente. Buena relación calidad precio y excelente trato.
La comida bien, el servicio bien. Pero no os pongais en las mesas mas interiores porque si os ponen al lado a 7 maleducados que gritan y berrean, vais aestar muy incomodos. Tuvimos que trasladarnos a otra mesa exterior, llevando nosotros todo lo de la mesa con la comida ya servida. En fin... Vidal porvenir mucho mejor
La verdad que está enfocado para los extranjeros o nacionales, soy un fans de los Ignacio Vidal, y la verdad, que el que más conozco es el de Los Bermejales, y marca la diferencia.
Qué ganas de volver. Está todo muy rico. Muero por el carpaccio de gambas con virutas de foie
Todo rico, pero tuve la desagradable sorpresa al cobrarme una botella de agua grande a 2’90. Dicha botella venía con su tapón q se llevò el camarero nada más dejar la botella en la mesa. El agua venía directamente del tirador de cerveza, es decir, pague 2’90 por agua del grifo. Acaban con la gallina de los huevos de oro si siguen con esa técnica cutre. La hostelería sevillana no se merece semejante “modus operandi”. Suerte