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Evaluaciones
Contribuir a la retroalimentaciónEn una reciente visita a un acogedor restaurante en Vigo, los comensales encontraron una mezcla de experiencias. La comida, aunque exquisita y bien presentada, generó opiniones divididas. Mientras algunos elogiaron la calidad del pulpo, la langosta y el bacalao, otros consideraron que las porciones eran pequeñas y no cumplían con las expectativas. A pesar de la atención vigilante del personal, algunos sintieron que la respuesta del dueño a las críticas no fue la más adecuada. Aun así, muchos coinciden en que el lugar merece ser visitado, destacando un ambiente agradable y un servicio profesional. Sin duda, una opción para quienes buscan delicias culinarias en Vigo.
El único lugar en Vigo que sirve auténticas langostas y centollos de A Guarda, en la frontera con Portugal. Platos elaborados con un valor agregado por encima de la típica abundancia de mariscos al vapor. Un must para los gourmets.
Comida y servicio excelentes. Para la cena tuvimos pulpo, una langosta de tamaño mediano y arroz con monjes. Todos estaban súper preparados. Lo que no entendí fue que el lugar estaba tan vacío, incluso a las 10:00. ¡Se merecen muchos clientes más. ¡Vayan!
Cena excelente, persona genial y muy cálida. 5 estrellas.
Lugar agradable, acogedor y con buen trato del personal. La comida bien presentada y todo muy rico. Comimos 3, dos entrantes, 3 platos, 3 postr s, 1 botella de Casal de Armán, dos cafés y una aromática. A 58€/persona. Vale la pena. Volveremos con seguridad
NO A NUESTROS EXPECTACIONES Teníamos pulpo en tostadas y sardina en tostadas. El tamaño era ridículamente pequeño así que esperaba algo muy sabroso, que no era. Las rodajas de pulpo eran tan delgadas y tenía tanto queso en ella que apenas podía saborear el pulpo. Cuando le dije al dueño (o al chef) de una manera muy respetuosa, ella no lo tomó bien en absoluto, ella ni siquiera escucharía y ella seguía diciendo que era el mejor producto de calidad y que los precios habían subido en los últimos años. No hablaba de la calidad de los productos sino del producto resultante, que no era conforme a nuestras expectativas. Por último, habríamos apreciado un profesional y educado que siento que no haya disfrutado de su comida, pero fue un buen sitio.