Los Cabezudos - Zaragoza

Comida muy buena,trato exquisito,aunque un poco caro

Un restaurant de los de toda la vida. El marisco buenísimo y el arroz negro con chipirones estupendo. En cuanto a la atención muy buena y camarero muy atento. Sólo un pero: Tuvimos que pedir a la carta puesto que el menú que ofrece eltenedor.es no se parece y no lo tienen en su carta.

Comida deliciosa que hemos probado rodaballo, tarta de manzana con helado y el postre de ciruela, todos estaban muy buenos. El personal es amigable y el ambiente es agradable. La camarera rumana (olvidamos preguntarle el nombre) es muy amable y atenta. En general, recomiendo comer aquí.

El servicio es impecable. La comida es increíble y verdaderamente típica de la región. Recuerda que para la carne, debes pedir cómo te gusta (si te gusta al punto, pide bien cocida). ¡Definitivamente regresaré!

Llegamos a las 7:45 y teníamos hambre y estábamos felices de encontrar en T/A que este restaurante abría a las 19:30, lo cual es bastante inusual, lo normal es entre las 20:00 y las 21:00 en España. Mi esposa estaba tan feliz cuando vio que tenían cangrejos y langostas vivas, así que para mí estaba claro que aquí íbamos a cenar esta noche. Cuando pedí una mesa, me dijeron que el restaurante abría primero a las 20:30. ¡Otro 40 minutos antes de poder ordenar y hoy no habíamos almorzado ya que era día de viaje! Así que un whisky era lo que necesitaba para tranquilizar mis nervios y Cardhu estaba en el menú, así que entré para pedirlo, pero cuando el camarero me vio con el menú de bebidas en la mano, se dio la vuelta. ¡Supongo que mi apariencia no le convencía y no estaba listo para trabajar hasta las 20:30! No me moví y luego apareció otro camarero, el Sr. Carlos, y todo cambió, nada era un problema para él, lo demostraría durante nuestra cena. Vino con la botella y me sirvió un generoso chupito. Empecé a hablar con él, hablar puede que no sea la palabra correcta, ya que no hablo español y Carlos no habla sueco ni inglés, pero con el menú en mi mano y caminando con él hacia los acuarios señalando el cangrejo, me mostró el precio en el menú y le dije que comenzara a cocinar el cangrejo, me dijo (escribio) "50 min" en un papel, que entendí era el tiempo que tardaría en cocinar el cangrejo. Confirmé y eran las 20:10, así que nuestra cena se serviría a las 21:00. Llegó a las 20:30 y pudimos sentarnos, entonces pedí un solomillo y dibujé un filete entero para Carlos y le pedí un corte en el medio, Carlos confirmó un corte en el medio y término medio. ¡Eran las 21:00 pero no llegaba el cangrejo! ¡Ambos estábamos muriendo de hambre y le aseguré a mi esposa que el cangrejo llegaría en cualquier momento! Cualquier momento llegó 30 minutos más tarde a las 21:30, ¡así que los 50 minutos de tiempo de cocción para el cangrejo se convirtieron en 80 minutos! Y mi solomillo resultó ser el corte de la cabeza con muchas partes no comestibles y estaba poco cocido. Carlos se encargó de eso y lo devolvió a la cocina para cocinarlo más. Comí alrededor del 60% de mi corte, que estaba bueno, y las papas fritas que tuve con él eran muy, muy buenas, cortadas finas y cocidas en aceite fresco, excelentes.