En cualquiera de los anuncios de empleo encontrarás sin duda la insinuación de que trabajar en el sector de la restauración implica, por un lado, trabajo por turnos y, por otro, un horario laboral no precisamente favorable a la familia, probablemente con palabras ligeramente distintas. Pero aquí no hay que adornar nada.
Mientras los demás toman su merecido almuerzo para reponerse o se pasan a comer o a tomar una copa al final de la jornada tras un duro día de trabajo, el trabajador del servicio en el sector de la restauración no hace más que estar de pie y corriendo de un lado a otro. Si tienes un estómago que empieza a rugir a mediodía todos los días, o si te acuestas a la misma hora todas las noches, entonces un trabajo en el sector de la restauración no es para ti. Tu horario de trabajo depende del número de invitados, que puede variar según el día de la semana, la hora del día y la estación del año.