Azurmendi - Larrabetzu

En general, la visita tuvo sus altibajos. La presentación, hasta que finalmente te sientas a la mesa, tuvo para mí la emotividad de un anuncio de seguridad en un avión. Los empleados presentaron esta introducción como probablemente ya lo han hecho miles de veces antes. Sin embargo, a nivel culinario, el lugar tiene mucho que ofrecer. La influencia de Mugaritz es claramente reconocible, pero aquí hay una fusión de mucho más sabor, aroma y creatividad en su presentación. Después de lo extravagante, que fue más al principio, la comida se mantuvo deliciosa en la mesa, pero seguía siendo bastante excepcional. Si las presentaciones iniciales y las ideas detrás de ellas se transmitieran de mejor manera, puedo imaginar que la visita a Azurmendi sería considerada un gran destaque. Así que, al final, fue solo una muy buena comida.