Pues, naturalmente, todo el mundo piensa en primer lugar en la comida vegetariana o incluso vegana del suplemento y/o la ensalada de la huerta. Pero en realidad, la selección no es sólo verde salpicado con un poco de rojo de tomates o pimientos.
Si se parte de la base de que todo lo que comen los veganos no lo evitan los no veganos (carnívoros suena algo extraño), entonces la selección es casi aún mayor. Al fin y al cabo, uno no está limitado aquí por las posibilidades de la actitud y la matanza. Sólo el cultivo y la cosecha limitan la oferta, pero ésta es -como puede ver todo el mundo en el supermercado- casi infinita.
Empecemos por los garbanzos, por ejemplo. Se pueden comer tanto en forma de fruto -como el propio guisante- como en forma de puré. El puré se mezcla con pasta de sésamo, llamada
humus y se puede mezclar con otras especias y cosas diversas. Si los garbanzos se procesan en estado seco, pueden utilizarse como frutos secos para picar en el cine (el cine en casa también cuenta ahí) o como
falafel. Muchos puestos de kebabs ofrecen ahora incluso kebabs y platos de kebab con pequeñas bolas de falafel. Aquí tienes que tener cuidado con la salsa, que no esté preparada con yogur.
Además, ahora puedes hacer una hamburguesa con casi cualquier verdura, de modo que nada se interpone
hamburguesa en el sentido más amplio. Además, las patatas fritas normales o incluso las de boniato y ya el corazón vegano late más fuerte.