La decisión entre una barbacoa de gas y una de carbón es a menudo una cuestión de gusto personal. Ambos tipos de barbacoa tienen sus ventajas e inconvenientes, que hay que sopesar. Una barbacoa de gas impresiona por su facilidad de uso, su rápida preparación y la posibilidad de controlar con precisión la temperatura. Para muchos aficionados a las barbacoas, es un argumento imbatible, sobre todo cuando se trata de barbacoas rápidas y sin complicaciones durante la semana.
Una barbacoa de carbón, por el contrario, gana puntos con su típico aroma ahumado, que muchos consideran indispensable a la hora de asar. Para muchos, encender el carbón y esperar a que las brasas estén en su punto forman parte de la experiencia de la barbacoa. Además, las barbacoas de carbón suelen ser más baratas y ofrecen una gama más amplia de modelos, desde sencillas barbacoas de caldera hasta elaboradas parrillas ahumadoras.
Por tanto, la elección depende de qué aspectos de la barbacoa son especialmente importantes para ti. Si valoras la comodidad y la flexibilidad, una barbacoa de gas es probablemente la mejor opción. Si, por el contrario, eres un purista que aprecia el sabor original de la barbacoa y el asado tradicional, quizá te convenga más una barbacoa de carbón.