¿A quién no le gusta el sabroso abrazo de un burrito? Su versatilidad lo convierte en un favorito de los aficionados, desde las chisporroteantes esquinas de México hasta las bulliciosas ciudades de todo el mundo. Sin embargo, a menudo pueden inclinar la balanza del lado menos saludable.
¡No temáis, amigos! Es totalmente posible darse un capricho con esta delicia culinaria sin comprometer la nutrición. Sigue estos consejos para asegurarte de que tu burrito sea un manojo de alegría y salud:
1. Envolver y enrollar con cuidado
El tamaño de la tortilla y la forma de envolver estos tacos en un tubo pueden influir en las calorías de un burrito significativamente. Elige una tortilla de tamaño medio y no la rellenes demasiado. Un buen burrito no revienta por las costuras, ¡recuérdalo! De este modo, podrás disfrutar de todos los sabores sin excederte.
2. Elige la bondad de los cereales integrales
Cambia las tradicionales tortillas de harina blanca por sus homólogas integrales. Los cereales integrales contienen más fibra y nutrientes, por lo que te sacian durante más tiempo y tu sistema digestivo está más contento. Además, añaden un delicioso sabor a frutos secos que complementa a la perfección el relleno del burrito.
3. Aumenta la potencia con proteínas, pero que sean magras
El corazón de tu burrito debe ser magro y malo: hablamos de proteínas. Piensa en pollo a la plancha, pescado, tofu o legumbres como alubias negras y lentejas. Estas opciones tienen menos grasas saturadas y más nutrientes esenciales, que ayudan a construir y reparar los músculos sin las calorías extra.
También puedes incorporar marisco a la plancha o al horno. Por ejemplo, el bacalao, la tilapia y las gambas son opciones proteínicas magras que aportan ácidos grasos esenciales omega-3, beneficiosos para la salud del corazón.
4. Vegetar fuera
Las verduras deben ocupar un lugar destacado en tu burrito. No están ahí sólo para añadir un toque de color; están cargadas de vitaminas, minerales y fibras que son cruciales para una dieta equilibrada. Desde pimientos y cebollas hasta espinacas y calabacines, las opciones son infinitas.
Además, añadir verduras crudas como lechuga rallada, jícama o col puede introducir un refrescante toque crujiente. Aparte de esto, también ayudan a crear un mayor volumen en tu burrito, contribuyendo a una sensación de saciedad con menos calorías.
5. Salsear con prudencia
Las salsas pueden ser culpables furtivos cuando se trata de añadir calorías y sodio innecesarios. Opta por salsas caseras o una cucharada de yogur griego en lugar de nata agria para mantener el sabor picante pero saludable. Por su parte, el aguacate aporta una textura cremosa y grasas cardiosaludables, así que una cucharada de
guacamole puede ser beneficiosa, pero ten cuidado con el tamaño de la ración.