El término "Pop-up" proviene del inglés y significa algo así como "aparecer de repente". Los restaurantes pop-up son establecimientos de gastronomía temporales que operan durante un período limitado en lugares poco convencionales, ya sea en edificios vacíos, en azoteas o en apartamentos privados. Ofrecen una plataforma para experimentos culinarios y permiten a los chefs probar nuevos conceptos sin compromisos a largo plazo.
Los restaurantes pop-up no son un fenómeno nuevo. Desde principios de los años 2000, han ganado popularidad porque tocan la fibra de nuestra sociedad acelerada y orientada a la experiencia. Para los huéspedes, significan aventuras culinarias más allá de la corriente principal, y para los operadores, un terreno de juego para conceptos que no encontrarían lugar en otros sitios.