Debido a la enorme cantidad de azúcar y/o grasa, nuestro organismo humano demanda cada vez más alimentos, porque la comida basura no nos sacia durante mucho tiempo o en absoluto. Mediante la adición de sustancias aromatizantes y potenciadores del sabor, así como de otros aditivos artificiales, el consumo de estos alimentos también puede conducir a una adicción limitada o pronunciada.
La sobredosis frecuente de sal también pretende fomentar el consumo de bebidas azucaradas o bebidas en general. Se fomenta, por así decirlo, el "lavado de cara", para que el cliente ingiera más y más comida en sí mismo, preferiblemente aún sin comida sana en absoluto.