Con pesto o sin él, gratinadas o simplemente con aceite y ajo, con carne, pescado o marisco, con una decoración sencilla o exageradamente fantástica, el corazón de pasta latirá más rápido en cualquier caso, porque estos pequeños y encantadores productos de harina lo han conseguido: ¡nos han conquistado!
Asadas con pato, con huevo, con verduras; en sopa o en casa como variante instantánea. Las variantes chinas también se han hecho un hueco en nuestro menú diario/semanal/mensual. Aunque todavía no son tan frecuentes como las representantes italianas, la tendencia va en aumento.