En principio, la leche puede considerarse saludable por sus ingredientes. 100 ml de leche contienen 120 mg de calcio, que necesitamos para construir y estabilizar los huesos. La leche también contiene una enorme cantidad de aminoácidos esenciales, que los seres humanos necesitamos sin duda.
También se han realizado varios estudios sobre el efecto del consumo de leche en las enfermedades de la vejez. Hasta ahora sólo se ha demostrado un efecto positivo sobre las enfermedades cardiovasculares. El resto de efectos positivos son sólo suposiciones y aún no se han demostrado.
Sin embargo, si ahora observas el elevado número de personas intolerantes a la lactosa, podrías pensar que la leche no es necesariamente saludable. Pero esta intolerancia se debe a que los humanos necesitamos la enzima lactasa para digerir la leche y dividir la lactosa en el estómago. Esta enzima está plenamente desarrollada en la infancia. Sin embargo, este desarrollo disminuye más en algunas personas, mientras que otras conservan este desarrollo.
Esta capacidad -de dividir la lactosa- es un desarrollo genético relativamente nuevo en nuestro tracto digestivo. Pero para todos aquellos que no toleran la lactosa: ¡también hay productos lácteos sin lactosa!