Trabajos en el sector de la restauración: ¡para esto tienes que estar preparado!
¿Acaba de empezar el nuevo semestre y sigues buscando un trabajo a tiempo parcial adecuado? ¿Quieres salir de la aburrida rutina diaria en la oficina y simplemente socializar más, y no sólo por la noche cuando sales a cenar con tus amigos? Trabajar en el sector de la restauración es especialmente adecuado para quienes cambian de carrera, para estudiantes y para trabajos de vacaciones. Pero también hay algo que decir de un trabajo a tiempo completo en el sector de la restauración: a pesar de que los procesos de trabajo son en realidad los mismos, cada día es especial debido a los diferentes caracteres de los invitados.
Por desgracia, hay que decir que no todo el mundo disfruta trabajando con gente hambrienta y sedienta. Así que si tu búsqueda en las ofertas de empleo te lleva a trabajos interesantes como personal de servicio aquí tienes algunas cosas para las que debes estar preparado:
Por desgracia, hay que decir que no todo el mundo disfruta trabajando con gente hambrienta y sedienta. Así que si tu búsqueda en las ofertas de empleo te lleva a trabajos interesantes como personal de servicio aquí tienes algunas cosas para las que debes estar preparado:
1. El horario de trabajo
En cualquiera de los anuncios de empleo encontrarás sin duda la insinuación de que trabajar en el sector de la restauración implica, por un lado, trabajo por turnos y, por otro, un horario laboral no precisamente favorable a la familia, probablemente con palabras ligeramente distintas. Pero aquí no hay que adornar nada.
Mientras los demás toman su merecido almuerzo para reponerse o se pasan a comer o a tomar una copa al final de la jornada tras un duro día de trabajo, el trabajador del servicio en el sector de la restauración no hace más que estar de pie y corriendo de un lado a otro. Si tienes un estómago que empieza a rugir a mediodía todos los días, o si te acuestas a la misma hora todas las noches, entonces un trabajo en el sector de la restauración no es para ti. Tu horario de trabajo depende del número de invitados, que puede variar según el día de la semana, la hora del día y la estación del año.
Mientras los demás toman su merecido almuerzo para reponerse o se pasan a comer o a tomar una copa al final de la jornada tras un duro día de trabajo, el trabajador del servicio en el sector de la restauración no hace más que estar de pie y corriendo de un lado a otro. Si tienes un estómago que empieza a rugir a mediodía todos los días, o si te acuestas a la misma hora todas las noches, entonces un trabajo en el sector de la restauración no es para ti. Tu horario de trabajo depende del número de invitados, que puede variar según el día de la semana, la hora del día y la estación del año.
2. Comunicación
A diferencia de un trabajo de oficina, en el que la mayor parte del tiempo de trabajo se pasa delante de una pantalla de ordenador o, a veces, al teléfono, trabajar en la hostelería requiere empatía, bastante talento para las ventas y control de las propias expresiones faciales y gestos.
La comunicación determina aquí la vida laboral cotidiana. Ya sea saludando a los clientes, tomando su pedido, pasando información a la cocina o despidiéndose. Cada frase debe adaptarse a la situación, a la otra persona y al estado de ánimo en su conjunto. Por tanto, no sólo debes ser capaz de saludar amistosamente a los clientes, sino también de reaccionar adecuadamente ante las quejas o incluso ante un comportamiento poco amistoso y no dejar que esto te afecte demasiado.
La comunicación determina aquí la vida laboral cotidiana. Ya sea saludando a los clientes, tomando su pedido, pasando información a la cocina o despidiéndose. Cada frase debe adaptarse a la situación, a la otra persona y al estado de ánimo en su conjunto. Por tanto, no sólo debes ser capaz de saludar amistosamente a los clientes, sino también de reaccionar adecuadamente ante las quejas o incluso ante un comportamiento poco amistoso y no dejar que esto te afecte demasiado.
3. El movimiento
Por supuesto, la rutina diaria de trabajo no sólo consiste en una pequeña charla con los clientes al abrir la puerta y de camino a su mesa. La mayor parte del tiempo, el personal de servicio de un restaurante está en movimiento. Ya sea tomando pedidos, sirviendo -lo que también requiere un poco de habilidad y sentido del equilibrio- o incluso recogiendo la mesa, es casi seguro que el podómetro superará la marca de los 10.000 en una jornada laboral normal.
4. Los invitados y compañeros
Si te sientes lo suficientemente capacitado para tratar con los clientes, competir con tus colegas por las mejores mesas y además trabajar a distintas horas del día y de la noche, sin duda tienes muchas posibilidades tanto de acceder a la profesión con éxito como de encontrar una nueva pequeña familia. El trabajo en equipo con los colegas es imprescindible para garantizar que el restaurante funcione sin problemas y a plena satisfacción de los clientes.
Este trabajo en equipo nocturno sólo es posible si te sientes a gusto con y entre tus colegas y también puedes echarte unas risas con ellos. Incluso los clientes habituales se convierten en parte de la familia al cabo de un buen rato, de modo que ya no vas realmente a trabajar, sino que casi vuelves a casa.
Este trabajo en equipo nocturno sólo es posible si te sientes a gusto con y entre tus colegas y también puedes echarte unas risas con ellos. Incluso los clientes habituales se convierten en parte de la familia al cabo de un buen rato, de modo que ya no vas realmente a trabajar, sino que casi vuelves a casa.
5. La propina
Qué sería de la tarde o de la noche sin todos los invitados encantadores y, a veces, realmente generosos. No es sólo el puro salario por hora lo que mejorará tu propia vida al final del día. La propina -además del salario- también puede proporcionarte algún que otro pequeño bien de lujo o unas que otras vacaciones.
Bueno, ¿ya tienes curiosidad? Entonces echa un vistazo a la bolsa de trabajo de gastronomía para conocer las primeras ofertas de entrada en el ámbito del servicio. ¿Prefieres trabajar entre bastidores? ¡No hay problema! ¿Qué sería de un restaurante sin cocinero o incluso un pastelero...